lunes, 26 de julio de 2010

Diarios (de Fernando Pessoa)

(...) Con mis pasos tiembla la luz de las estrellas. Un gesto de mi mano, que me oculta la luna durante un instante, demuestra, con mi asombro, todo lo que realmente puede significar. De estos pensamientos, que se hicieron domésticos y cotidianos para mi susceptibilidad, surgió en mi espíritu la idea de naufragio en el puerto. Siempre me pareció que ser era atreverse, que querer era arriesgar. La inercia me supo a santidad, y la carencia de voluntad, a buenas costumbres. Construí así una moral burguesa de pensamiento, un cuidado de la decencia y de la comodidad a través del respeto del misterio. La exagerada consistencia, que siempre estuvo en mí, de mis momentos, me dolió siempre como misterio y divinidad. Nunca me conprendí, sobre todo cuando me sorprendí viviendo las inconsciencias de mis instintos y la vulgar conmoción de mis reflejos nerviosos.
Fernando Pessoa
(Diarios - Ed. Gadir)


(Foto: Conil de la frontera 2006. Nares Montero)

1 comentario:

trovador errante dijo...

Sabio Pessoa...

Chiquilla colorá, disfruta como una enana por Asturies, acaba con las existencias de sidrina!

Un abrazote!
Kike