jueves, 22 de julio de 2010

nocturnos


Soy el corcho que se rompe
en tu botella de vino tinto.
Floto y floto resquebrajada.

Un cartel fluorescente
nos prohibe hablar de la cosa.
Desde que te conozco
tengo un sarpullido de constelaciones
por el cuerpo y ardo como
la vía lactea.

Siempre hay alguno que dice:
no cabe más en el cenicero
y yo le acepto el reto.

Quizá sea verdad que no sé
irme a casa a tiempo.
Nares Montero
(Foto: Yo, nocturna 2009. Carmen Chaparro)

1 comentario:

Mario dijo...

No existe el irse a casa a tiempo...
Me ha gustado este poema, estas letras fumadas y bebidas.

Felicidades.

Mario